Paciencia...

Estoy preparando otros posts (traduciendo de inglés de mi blog original). Poco a poco quiero poner todos los artículos populares de mi blog iamzuzka.blogspot.com.

viernes, 28 de marzo de 2014

No saludamos a los desconocidos

Es un martes bonito y soleado. Ya es el cuarto o quinto día de sol seguido y eso es sospechoso. Por eso decidí a disfrutar el sol antes de que se acabe. Mi mentalidad es: ¡Sal mientras puedas, que podría ser el último día soleado!  No es divertido; es la verdad. Especialmente aquí, y sobre todo en invierno. Y sigue siendo invierno. (escrito el 11 de marzo)

Aquí estoy sentada en el muro por mis escalones "soleados" favoritas con vista al río de la ciudad y escucho los conos de pino crujir y abrirse con el calor, pasan varias personas. Algunas no me miran. Pasa un hombre discutiendo con su novia y cuando me ve escribir en mi teléfono, comenta: "¡Oh, el amor por Internet!" Hmm, no exactamente. Veo varias personas, extraños. Una señora pasó lentamente, parando en cada descansillo mirando hacia abajo al río. Quería saludarla, pero luego me acordé de lo que mi hermana mayor me dijo una vez.

Ya he mencionado que crecí en un pequeño pueblo. Había alrededor de 150 personas y todo el mundo se conocía. Saludamos a nuestros vecinos; saludamos a la gente del otro "lado" del pueblo. Un día fui a una ciudad con mi madre y mi hermana. Yo era una niña, de unos seis años de edad. Caminamos por las calles en busca de no sé qué. Vi a una señora y la saludé. Ni siquiera recuerdo si la mujer respondió, pero me acuerdo de mi hermana sonriendo y diciendo: "No tenemos que saludar a la gente que no conocemos." En ese momento me sentí casi avergonzada. "Oh tonto de mí, diciendo hola a una señora extraña! ¿Qué va a pensar de mí?" Ahora pienso... ¿Por qué tenemos esta regla tácita de saludar únicamente a personas que conocemos? O a las dependientas en la tienda solo porque vamos a necesitar algo de ellos? A veces ni siquiera saludamos a la gente conocida. Volteamos para el otro lado y fingimos no verlas. ¿Qué pasaría si saludas extraños solo porque quieres? Así como cuando los perros se detienen a oler el... culo de otro perro. Bueno, no se tiene que hacer eso, solo decir hola o buenos días, dobrý den o lo que sea que digas en tu idioma. 

Hay territorios. Podría llamarlos: el Saluda territorio y el de No-te-molestes-saludar-porque-lo-tienes-ni-idea-quien-es-esa-persona territorio. Pero, ¿cómo lo sabes? Saludo a las personas en nuestra cuadra, incluso si es la primera vez que los veo. Por otro lado, no saludo a esa señora de piernas flacas a tres cuadras de distancia, y eso que la he visto varias veces.

Debo hacer un experimento y saludar a un extraño... Me quedo sentada allí en el muro esperando mi caza. Han pasado unos 10 minutos desde que se me ocurrió esta idea y nadie se atrevió a venir. No me importa la espera, el sol bajando sigue dando calor y todavía no quiero volver a nuestro apartamento sombrío.

Hay una persona. Hmm, Una mujer con audífonos grandes corriendo y resoplando. Esa no es el mejor candidato para mi experimento. Bueno, tal vez la próxima vez. Ya tengo demasiado hambre. Es hora de volver a mi gazapera y hacer algo de comer. Quién sabe, puede que incluso me atreva a saludar a alguien por el camino.

Solo yo y el pañuelo usado disfrutando el sol...



PS: Soy un cobarde. Reflexiono aquí sobre saludos a los extraños y luego ¡ni siquiera puedo hacerlo yo misma! En mi camino a casa me encontré con dos personas y rechacé saludarlas. Simplemente no estamos diseñados para saludar a las personas con las que no tenemos nada en común...


Aquí está el original en inglés:

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